El sistema ha decidido cargarse el soporte físico en películas al mismo tiempo que sacan en VHS Alien: Romulus por aquello de hacer el chiste y vuelven a sacar vinilos a precios prohibitivos mientras reducen las estanterías de películas y libros para poner funkos. Y como a mí siempre me gusta ir por la vida pensando por mi cuenta, me niego a seguir dictados de mercaderes y continuo aumentando mi colección de DVD mientras paso de BlueRay y 4K porque me da la gana.
Así que la tarde del domingo la he dedicado a meterme un programa doble de cine de barrio digno de los que me merendaba cuando era un chaval en cualquier cine de sesión continua con un par de las ocho películas en DVD que me compré el sábado en el Salón del Manga de Barcelona.
Sesión continua. Primero Los demoledores, título menor de la cosecha de blaxploitation de los setenta, a pesar de contar con tres pesos pesados entre las estrellas del asunto.
En segundo lugar Trancers, película de culto del cine ochentero de mazmorra por su descarada intentona de imitar tramas de Terminator y Blade Runner con absoluta desvergüenza pero con cierto sentido de auto parodia.
Dos películas más para mi colección.
En soporte físico.
En DVD.
