Werner Herzog: Cada uno por su lado y Dios contra todos
"Hay una serie de motivos recurrentes en mi cine que casi siempre se basan en experiencias directas de la vida real. Normalmente las películas no son para pensamientos abstractos".
Cuando un maestro del nivel de Herzog se dedica a escribir sobre su vida y su cine es imprescindible conocer lo que piensa.
Apóstol de la experiencia real, directa y peligrosa de la vida, el director alemán, que dice no haberse sentido nunca cómodo con la etiqueta de Nuevo Cine alemán afirmando que sus películas siempre han ido por otros derroteros, es poseedor de una vida viajera de caminante y explorador de la realidad en la que se inspiran sus trabajos tras las cámaras, su carrera como escritor de libros que son una escuela de vida, y sus montajes de óperas.
Herzog, creador máximo e incuestionable, poeta de la verdad, nos recuerda que: " Uno puede aprender a escribir a máquina, pero no se aprende a ser poeta estudiando literatura"
O dicho de otro modo, que el poeta, como el cineasta o cualquier otro creador, necesita vivir para alumbrar con su mirada sobre esa vida los temas que aborda.
Afirmando " He abordado el tema de la verdad en todas mis películas", y que "La verdad no tiene por qué coincidir con los hechos", Herzog nos revela en este libro mucho sobre su cine y mucho más sobre la vida, dando la clave esencial que debería regir en todo momento la trayectoria de todo creador: "Sólo la poesía, la invención de los poetas, puede revelar una capa más profunda, una especie de verdad. Para ello he acuñado el término de verdad extática".
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