BATMAN UN MAL DÍA: BANE
Un ejemplo de lo que suele ocurrir cuando abusas de una buena idea.
Muy por debajo de otras entregas de esta colección, para no irme demasiado lejos en el tiempo por ejemplo la dedicada a Pingüino, que como toda esta colección de antagonistas de Batman bebe o se inspira en el cómic Joker, de Azzarello y Bermejo.
Del potencial de Bane y de los artífices de este cómic, Joshua Williamson y Howard Porter, cabe esperar más, mucho más de lo que nos dan en esta ocasión. Produce una sensación de producto agotado, sobre todo en el guión, de carácter caótico y confuso, pero también en el dibujo, con una resolución de páginas dobles habitadas con dibujos y viñetas minúsculas que intenta crear una sensación de narración en paralelo mezclando pasado y presente con mano cansada y planificación de página muy mecánica
Para empeorar el tema, renuncia durante buena parte de su trama a hacer algo que hicieron muy acertadamente sus predecesoras: prescindir casi totalmente de Batman, convertido en personaje secundario y que aparece poco. Por el contrario aquí ocupa casi un puesto de coprotagonista con Bane que no encaja en este tipo de propuesta donde precisamente los protagonistas son necesariamente no solo los villanos, sino una versión muy particular de los mismos en su momento de derrota y ocaso, intentando resurgirnde sus cenizas.
Bane acaba devaluado al asociarse con Batman y tampoco es que le saquen partido a esa alianza en clave de química de tensión amistosa no resuelta. Renuncia a un desarrollo mayor de su propio mundo, recursos y mitología.
Les queda algo como para salir del paso, una prescindible e innecesaria entrega de simple explotación comercial de los personajes que no aporta nada nuevo a lo que ya conocemos.
Ocasión perdida de sacarle más jugo a un personaje tan interesante como Bane, que empieza a estar demasiado desaprovechado a pesar de la sobreexplotación a la que está expuesto en las viñetas.
Comentarios
Publicar un comentario