jueves, 31 de julio de 2025

Libro. El jardín de las bestias: La inercia hacia la barbarie

 


La normalización de la violencia en una sociedad lanzada hacia el abismo preside este libro.
 Erik Larson describe con el talento de un novelista de intriga pero sin apartarse en ningún momento de la reconstrucción histórica de una época clave dfl siglo veinte lo que podríamos calificar como el prólogo de la Segunda Guerra Mundial. 
Larson nos traslada a Berlín en la crucial etapa de primeros pasos del nazismo en el poder: 1933-1934.
El viaje que nos propone sigue los pasos del embajador de los Estados Unidos en Alemania, William E. Dodd. 
A sus 64 años este profesor de Historia de Chicago acepta entrar tardíamente en una carrera diplomática en la que sus nuevos colegas del Servicio Exterior de Estados Unidos le consideran un torpe advenedizo y le dejaron totalmente totalmente vendido ante un régimen nazi que ganaba poder y preparaba ya la guerra liderado por Adolfo Hitler. 
Aceptando la llamada para aceptar el puesto de un presidente Roosevelt que era un convencido intervencionista en secreto  obligado a gobernar un país en el que el 95 por ciento de la población era aislacionista, y cuyos altos cargos pensaban que en Alemania no estaba ocurriendo nada preocupante, salvo el retraso en el pago de la deuda que había contraído con Estados Unidos, 1200 millones de dólares, Dodd era un idealista de costumbres  frugales que no estaba preparado para hacerse cargo de esa embajada que nadie quería aceptar. 
A pesar de tenerlo todo en contra, fue el primer cargo del gobierno de los Estados Unidos que supo advertir del rearme de Alemania y de la amenaza que suponía incluso antes de que Hitler alcanzará el poder absoluto tras la muerte de Hindenburg. 
La explicación de por qué no fue tomado en serio por sus superiores, que de ese modo de convirtieron en cómplices de la catástrofe a través de la equivocada política de apaciguamiento, el origen de esa ceguera interesada y oportunista era sencillo: Estados Unidos estaba saliendo de la Gran Depresión y eligió ver en la calificada como revolución alemana del nacionalsocialismo una idealizada fórmula para salir de los problemas económicos y sanear un país que estaba hundido. 
No vieron lo que estaba ocurriendo porque no quisieron verlo.
Y si en todo caso algo de eso los alarmaba, eligieron mirar hacia otro lado pensando que el gobierno nacionalsocialista no podía durar. 
Sus propias culpas, mentiras, filias y fobias les pusieron una cómoda venda en los ojos para que no cayeran en la tentación de hacer frente a sus propios errores.
Y antes de que se dieran cuenta ya fue demasiado tarde para hacer nada. 
Dodd lo vio venir y no le escucharon.
El libro es por tanto una mirada a la Historia que sirve muy bien como viaje a los primeros tiempos de la Alemania de Hitler, que revela o asienta muchos datos clave sobre la lucha por el poder de las distintas facciones y personalidades en esa etapa de despegue del nazismo, pero es también una herramienta de reflexión geopolítica sobre cualquier otra época y muy útil además a la hora de reflexionar sobre nuestra actualidad. 
Su dosis de información sobre todo eso consigue que incluso pase por alto esas pinceladas dedicadas a las peripecias erótico festivas de la hija del embajador revestidas de romances, que contrastan en mi opinión negativamente con el resto. Opino 
entre tanto ramaje sentimental el libro trata más superficialmente la evolución de Martha Dodd desde su inicial simpatía por el nacionalsocialismo a ser contactada por el NKVD para que ejerciera como espía al servicio de la Unión Soviética. 
Pienso que es ahí donde el libro elige ser más novela que Historia. 



domingo, 6 de julio de 2025

sábado, 5 de julio de 2025

Ciencia ficción: Precaución: ¡Inflamable!


Thomas N. Scortia, el autor de uno de los libros en los que se inspiró la taquillera película El coloso en llamas, que disfruté en los días de su estreno siendo un adolescente de los setenta, propone en esta antología de relatos 17 visiones de la ciencia ficción en otros tantos relatos cortos. 

Tal como señala Carlo Frabetti en su breve introducción ara esta antología, hay algo del tono apocalíptico de Edgar Allan Poe en la mayoría de los relatos, y no solo en el que rinde homenaje a esa joya de la literatura y el horror que es La máscara de la muerte roja, traducida por Scortia a la ciencia ficción en su pesadilla de Marte terraformado para el segundo mejor relato de la colección: Vieja, vieja muerte en Nueva, Nueva Venecia, solo superado por el mejor relato del libro que es El fatigado río, un auténtico paseo por el laberinto de la vejez, el amor y el anhelo de muerte en el que aborda el complicado tema de la eutanasia ya en 1973, al tiempo que perfila una visión de colapso moral y social de nuestra especie.

Pero además de esa predisposición para manejar estos cuentos para adultos desde una notable astucia y eficacia narrativa que hace de ellos una buena escuela para narradores y una buena lectura para aficionados al género y al relato corto, Scortia manifiesta una peculiar habilidad para abocetar en los mismos claves sociológicas y psicológicas muy de reveladoras del mundo contemporáneo en el que se publicaron estas historias -entre 1954 y 1973-, con una dominante en sus temas que es la creciente sensación de fracaso y soledad a nivel tanto individual como colectivo. 

En sus relatos hay desde alusiones a la frustración y la inseguridad sexual en una sociedad de consumo como la que muestran Cuando llegué a Phoenix, Una rubia en el congelador, Narciso en flor y ¡Vaya, Wurlitzer! ¡Es un papá!,  a sólidos y muy distintos paseos por paisajes de soledad como Transformación, Cuando escuche la señal y Costilla de mujer. 

Al mismo tiempo se muestra como un buen tejedor de intrigas breves pero contundentes, o mejor dicho, de la comprobada eficacia de la brevedad en el relato de intriga en Precaución: ¡Inflamable!, Aunque caiga un gorrión, La última guerra, El pez Judas y La esposa del Premier, que tanto me ha recordado el asesinato de Kennedy y las teorías de conspiración que lo rodean, quinteto marcado por comienzos que atrapan y desenlaces que van más allá de la sorpresa para afincarse en un sentimiento de lacónico fatalismo existencial. 





domingo, 29 de junio de 2025

Batman:Blink

 

Un buen cómic que me ha prestado mi hermano demuestra que los personajes nunca están agotados por mucho que se los explote, siempre que en la exploración de los mismos haya talento narrativo y ganas de disfrutar contando una historia que no reniegue de las claves esenciales de la mitología que los rodea pero tenga alguna capacidad para aportar nuevas posibilidades a lo ya narrado. 

El respeto a la clave detectivesca de Batman se cruza aquí con una intriga de asesinatos en serie. 

Basta con saber incorporar un personaje más o menos novedoso e interesante en la mitología y darle protagonismo en la trama para que ejerza cierto poder de catalizador de la misma. 



Batman. The Essential Encyclopedia

 

Finalmente esta mañana he conseguido esta enciclopedia de Batman que me había estado esquivando durante años. 

Con paciencia, un poco de suerte y ayuda de tu librero todo llega. 








Werner Herzog: Cada uno por su lado y Dios contra todos


 "Hay una serie de motivos recurrentes en mi cine que casi siempre se basan en experiencias directas de la vida real. Normalmente las películas no son para pensamientos abstractos".

Cuando un maestro del nivel de Herzog se dedica a escribir sobre su vida y su cine es imprescindible conocer lo que piensa. 

Apóstol de la experiencia real, directa y peligrosa de la vida, el director alemán, que dice no haberse sentido nunca cómodo con la etiqueta de Nuevo Cine alemán afirmando que sus películas siempre han ido por otros derroteros, es poseedor de una vida viajera de caminante y explorador de la realidad en la que se inspiran sus trabajos tras las cámaras, su carrera como escritor de libros que son una escuela de vida, y sus montajes de óperas. 

Herzog, creador máximo e incuestionable, poeta de la verdad, nos recuerda que: " Uno puede aprender a escribir a máquina, pero no se aprende a ser poeta estudiando literatura"

O dicho de otro modo, que el poeta, como el cineasta o cualquier otro creador, necesita vivir para alumbrar con su mirada sobre esa vida los temas que aborda. 

Afirmando " He abordado el tema de la verdad en todas mis películas", y que "La verdad no tiene por qué coincidir con los hechos", Herzog nos revela en este libro mucho sobre su cine y mucho más sobre la vida, dando la clave esencial que debería regir en todo momento la trayectoria de todo creador: "Sólo la poesía, la invención de los poetas, puede revelar una capa más profunda, una especie de verdad. Para ello he acuñado el término de verdad extática".

miércoles, 25 de junio de 2025

Héroes de los baldíos: mucho ruido y pocas y malas nueces caducadas

 

Todo fachada y cero contenido, nula sorpresa y finales de suspenso seguro en cualquier clase de guión para principiantes incapaces de diferenciar una escaleta de un cortaúñas. 

El dibujo bien, el guión no está a la altura en ningún momento. Puro oportunismo en el que la originalidad brilla por su ausencia. 

Un trabajo de gente agotada que no tiene absolutamente nada que contar. 

Esta colección de cinco historias, cinco one-shot concebidos aparentemente solo para seguir ordeñando sin nada nuevo que añadir el éxito de la notable y muy recomendable Old Man Logan es puro desperdicio. 

La trama protagonizada por Lobezno es más de lo mismo y con un final sentimentaloide que traiciona todas sus posibilidades y parece sacado de un capítulo rechazado para la serie The Mandalorian en sus peores momentos de mandarina caducada. 

La trama de Ojo de Halcón empieza interesante y cuenta con un respaldo de cameo de Daredevil, el dibujo es bueno, sin alardes pero eficaz, pero el guión  se precipita hacia otro final aún más sentimentaloide que el de Lobezno, un desenlace que haría vomitar de asco y tragarse todo su carcaj de flechas para cagarlas incluso al más forjado y baboso Cupido.

El one-shot de Star Lord no vale ni para solventar un rato de apretón cuando escasea el papel en el retrete. 

La cosa parece ir a mejorar con la historia del Doctor Muerte, pero apenas sale del paso como ejercicio de postureo desganado con poco interés por el personaje y nuevamente presa de una sensibilidad falsa y babosa en los recuerdos del protagonista que no engaña a nadie; es pura farsa digna de ser escrita por una I.A. especificamente creada para pensar como un trozo de bacalao rancio perdido en un frigorífico en el Ártico

 Lo más legible y tolerable es la trama de la Viuda Negra, que al menos acaba con un punto amargo está ración de sentimentalismo y consignas emocionales que parecen recetadas por un oso de peluche víctima de una sobredosis de azúcar y series románticas coreanas.

En lugar de sacar partido a ese fantástico universo narrativo apocalíptico creado a la sombra de Mad Max: el guerrero de la carretera y Sin perdón, prefieren mancillarlo con una colección de descafeinadas pancartas simplonas sobre asuntos muy serios. 

Pasa de inmediato a mí lista de los comics más malos de mi colección. 

Son este tipo de guiones la pandemia que junto con las malas películas están matando al comic de superhéroes. 

Descanse en paz. 

Manga: Shark Panic, digna heredera de Tiburón en viñetas

  Está mañana llegaba a librerías uno de los mangas que con más interés esperaba en este verano: Shark Panic, de Tsukasa Saimura. Homenaje a...