viernes, 4 de agosto de 2023

ÁCARO GANA A ESCORPIÓN


Vale, al escorpión le tenemos respeto aunque solo lo hayamos visto en foto, pero vivimos rodeados de imperios de ácaros dispuestos a hacernos la vida imposible sin armar tanto escándalo. 

Ni en nuestros miedos somos coherentes con la realidad. 

Siempre tengo a la vista estos dos bichos para recordármelo. 

TODAS SOMOS JANE, crítica en ACCIONCINE

 



MEGALODÓN 2: LA FOSA, crítica escrita en Accioncine

 Crítica Megalodón 2 La Fosa (2023) ★★½ - AccionCine





Crítica de MEGALODON 2 LA FOSA (2023) ★★½ SIN SPOILERS review

ESCAFANDRA: LA MITAD DE LA MITAD

 


Desde que visité a principios de julio la exposición sobre el mar en el Palacio de Cibeles estoy enganchado al paisaje de lo humano que para mí define este cuadro.

ESCAFANDRA, de Víctor Mejuto.

Somos la mitad de la mitad de lo que vemos de nosotros mismos y lo más probable es que moriremos sin conocernos del todo. 

jueves, 3 de agosto de 2023

JOKER: EL HOMBRE QUE RÍE

 

Ed Brubaker y el género negro vuelven a asociarse en este reencuentro con la primera aparición del antagonista principal del Caballero Oscuro en el número 1 de Batman, pero con un abordaje gore de las consecuencias de los atentados del Príncipe Payaso del Crimen que era imposible en el momento en que se publicó esa versión.

Joker es presentado en ausencia a través de los cadáveres de sus víctimas, con las claves visuales del asesino en serie que utilizó David Fincher en su película Seven. 

El cómic de Ed Brubaker y Doug Mahnke se construye sobre dos temas centrales. Por un lado la relación del todavía Capitán Gordon y un Batman de la primera época, en una primera fase en la que los dos personajes se siguen tomando las medidas y todavía no han alcanzado el grado de confianza y colaboración que tendrán más tarde. 

Ese primer tema se refleja en la manera en que las viñetas manejan a los dos personajes en relación con el espacio que ocupan en las mismas, subrayando con elegancia sutil las inseguridades que todavía pesan más que las certezas en esa relación.

La coreografia de esta página marca la distancia entre ambos personajes incluso cuando comparten la primera viñeta muy próximos entre sí, casi asfixiados por los límites del cuadro, sin aire ni entre ellos, y esa primera viñeta marca ya que toda la página está dedicada a definir lo que piensa y siente Gordon.

El policía está de perfil pero más cerca, compone un gesto de agotamiento con la mano sobre el tabique nasal que le da todo el protagonismo de movimiento y lo hace más cercano al lector, y además tiene menos aire a su alrededor que Batman, de frente, con mirada severa e inquietante, una especie de Golem enmascarado con la mitad del rostro en sombra para subrayar esa ambigüedad bajo la que lo ve Gordon, rodeado de secretos por descubrir. 

La segunda viñeta separa a los personajes, cada uno con su propia puerta de salida del lugar, subrayando que siguen caminos distintos, el del vigilante y el del policía, pero nuevamente es este último el que ocupa una posición y más vulnerable, con su puerta para salir de esa especie de laberinto que plantean los crímenes de Joker más lejos y casi fuera del cuadro, mientras que Batman tiene la puerta abierta, más cerca y completamente dentro del cuadro. 

Los caminos que todavía separan y distancian a los dos personajes quedan más subrayados en la línea medular de la página, la viñeta horizontal de mayor tamaño que visualmente entrega todo el poder a Batman con ese perfil más cercano y dominante y dándole todo el protagonismo también en el diálogo, mientras Gordon, más lejos, sin diálogo y vencido, con su gabardina de hombre corriente frente al disfraz del vigilante disfrazado de murciélago, queda a espaldas de este último completando una metáfora de las dos caras de una misma moneda, pero ambas opuestas en sus caminos, recursos y métodos para cazar al asesino y resolver el caso. 

Finalmente, las dos viñetas inferiores rematan la coreografía visual llegando a separar a los personajes, confirmando esa búsqueda de identificación del lector o lectora con la normalidad de Gordon frente a la excepcionalidad de Batman, lo que de paso convierte al policía en una especie de reflejo en el que nos reflejamos como personas corrientes frente al vigilante. 

Las dudas que alberga Gordon sobre Batman se materializarán luego en su mirada como respuesta silenciosa a la pregunta de un periodista. 

Detalle para tener en cuenta: la historia está narrada con un doble monólogo interior en textos en off de Gordon y Bruce Wayne/Batman que se complementan, igual que se complementan, pero de otro modo más siniestro, Batman y Joker. 

Al contrario de lo que ocurre con Gordon y Batman, la relación de Batman y Joker queda explicada no en una coreografía de páginas completas sino en varias viñetas que explican un vínculo más perturbador entre ambos. Es como si Bruce Wayne y Batman se miraran en un espejo deformante cuando se encuentran con Joker. La imagen de alter ego, el rostro en el espejo que les une a ambos, diferente del vínculo que se establece entre el vigilante enmascarado y el policía, queda insinuada en varias viñetas.



Pero entre las mismas la más perturbadora es la que muestra a un Bruce Wayne casi convertido en Joker al ser contaminado por su veneno mortal de la risa.

 Significativamente ese será el camino del vigilante enmascarador para entrar en la mente de su antagonista y resolver el caso. 

O simplemente dejarlo aplazado para la siguiente aventura. 



ASESINOS DEL ESTADO EN LONDRES: OTRA JOYA DEL CÓMIC DE IGOR KORDEY

 

Smoke. Los niños buenos crecen para ser soldados es el tipo de historia que debería estar circulando por los institutos y los campus universitarios como material de lectura y análisis para debates en las aulas. Pero eso no puede ocurrir en un mundo donde solo nos interesa saber cuál es la última tontería que se le ha ocurrido al imbécil de moda en las redes sociales y la excrecencia de las mismas en que se está convirtiendo la televisión monotemática -ahora en buena parte de los medios, y sobre todo en internet, incluso las noticias más serias son tratadas como si fueran un chisme- que adorna y alimenta las esquinas más miserables de nuestros días. 

Pero ahí están Igor Kordey en el dibujo y Alex De Campi en el guión  para seguir en la trinchera abonando nuestro juicio crítico por la vía de la fabulación sobre conspiraciones en una historia que reclama las claves de escepticismo inteligente y cinismo bien aplicado de las que se alimentan las mejores tramas de intriga política. 

La consigna es sencilla: no te fíes de ellos. 

En un Londres de una Inglaterra que se está partiendo en dos y va camino de sufrir las peores consecuencias de mantenerse fuera de la Unión Europea y sin el euro, siempre hay alguna luminaria del gobierno dispuesta a solucionar las crisis económicas a base de truculentas maniobras de distracción y algún que otro asesinato para hacer caja. 

Kordey vuelve a sacar todo ese mal que constituye el paisaje interno de sus criaturas. En sus mejores historias no hay protagonistas ni antagonistas, todos buscan si camino al éxito desde alguna forma de perversión.

Desde su arranque rinde homenaje al cine de acción al tiempo que construye una corriente de intriga que atravesará toda esta historia de principio a fin dejando tras de sí una inquietante percepción de esa "otra política" de tiempos de cólera en la que el fin siempre parece justificar los medios. 


Y, hablando de medios, ¿Qué es de los medios de comunicación? ¿Cuáles son sus decisiones y propuestas para moverse en tan ponzoñosa sociedad? Kordey define ese asunto con una descripción visual del redactor jefe del Comer con los ojos siempre ocultos por la sombra de su visera, con un diálogo elocuente sobre sus intereses y criterio profesional, y jugando con el recurso del cine negro construyendo sombras desde las persianas venecianas de su despacho. En conclusión: otro tipo que no inspira confianza. 

Lo dicho: no te puedes fiar de nadie, o lo que es lo mismo, cultiva tu escepticismo incluso ante el asesino albino protagonista -¿Homenaje al Elric de Michael Moorcock, otro esencial del cultivo del escepticismo crítico frente a la realidad?-, ni ante el equivalente de mentor de las sombras que parece inspirado visualmente en Peter Cushing, esa institución del cine de terror y fantasía británico. 





Manga: Shark Panic, digna heredera de Tiburón en viñetas

  Está mañana llegaba a librerías uno de los mangas que con más interés esperaba en este verano: Shark Panic, de Tsukasa Saimura. Homenaje a...