Batman y Martian Manhunter: dos absolutos en grapa

Dos lecturas recientes de esta semana que merecen un post rápido. 

La primera, Absolute Batman número 9. Confirma algo que vengo pensando sobre la mitología redefinida de Batman en esta colección: que ha dejado de ser sobre Batman y se acerca más a ser sobre Gotham, como la serie televisiva que llevó  este último título, pero de otro modo. 

Pienso que el giro de abordaje de personajes, con los antagonistas reconvertidos en aliados y amigos de la infancia del héroe y el nuevo Alfred en modo Old Man Pennyworth ejerciendo como espía, mentor y consejero de un Batman rejuvenecido como como todo lo demás, establecen una nueva colección de reglas del juego en la mitología de Batman y encuentran un nuevo e interesante camino para desarrollar está realidad alternativa dentro de las crónicas del Caballero Oscuro y darle otra personalidad a Bruce Wayne. 

Y trabajando en esta línea, tras los dos números anteriores espectacularmente dibujados por Marcos Martín con color de Muntsa Vicente, esta presentación del nuevo Bane con dibujo de Nick Dragotta y color de Frank Martin mantiene la línea ascendente de la colección una vez que se ha librado de su primera fase de presentación del universo alternativo en los seis primeros números. 

Por lo que se refiere al número 4 de Martian Manhunter, sigue la fiesta visual desplegada por Javier Rodríguez con una entrega especialmente brillante por lo que se refiere al lenguaje visual, que me recuerda más que nunca el lenguaje del cine, con especial inclinación por explorar un territorio de transferencia entre medios en el cual el diálogo queda sometido, más que respaldado, a los recursos del montaje, angulación, encuadres, etcétera, manifestando una continuidad en la que el dibujante exprime todo el peso, la fuerza y el poder del cómic de grapa como democratizadora forma de arte para todo tipo de bolsillos. 

Foto: Mi paciencia

 

Libro. La chica de Kyushu. Intriga policial al estilo japonés

El atestado se come el drama. 

 Una extraña muestra de novela de intriga en bucle a la que hay que meterle algo de paciencia en su primera parte porque no cobra identidad propia y verdadero interés hasta el segundo asesinato. 

Y realmente, tampoco es que haya asesinato propiamente dicho. Una de las características curiosas de esta novela radica en el uso de la elipsis, de manera que como lectores nos enfrentamos al descubrimiento del cadáver entrando en la forma en que se produjo el asesinato solo a posteriori y a través de los informes y conclusiones de la investigación y el juicio. Eso le aporta más realismo a la exposición de la intriga, pero al mismo tiempo resta recursos dramáticos al relato, que como he dicho, repitiendo informes, documentos y declaraciones de los implicados varias veces, entra en bucle y se hace algo repetitivo. 

En aras de una mayor fidelidad a cómo conocen la información de los casos los personajes, de sacrifica un pulso narrativo y exploratorio de la psicología y el entorno social de los mismos, minimizando los recursos para crear interés. 

Eso puede hacer que inicialmente nos produzca cierto rechazo desde las costumbres y modos de este tipo de novela en occidente. Pero si hay voluntad de espera, lo interesante llega en su segunda parte y en su tercer acto, cuando finalmente los informes van quedando atrás y los personajes realmente muestran y desarrollan las claves de su viaje. 

Foto: El baño

 

Lovecraft y Gou Tanabe: monstruos, arquitectura, paisajes y horror cósmico

La visita de Gou Tanabe ha sembrado el Salón del Manga de Barcelona de la mejor versión y características del horror cósmico de H.P. Lovecraft. 

El viaje por las viñetas de Tanabe incorpora una fusión de locura y alienación entre sus protagonistas y nos conducen por un laberinto de paisajes, ruinas y criaturas imposibles mientras los mutantes se entregan a una terrorífica orgía que viaja desde la enajenación mental a la deformación física y enlaza tan bien con el body horror de las películas de David Cronenberg como con las pesadillas kafkianas. 

En las obras de Lovecraft reinventadas por Tanabe habita el mejor horror y la mejor colección de adaptaciones de la literatura de terror al cómic, con el genial mangaka empeñado en reinventar al mismo tiempo la fauna monstruosa del kaiju.

Tanabe se convierte así en talento múltiple que de una viñeta a otra pasa de la criptozoología de los temibles Primigenios a la arqueología de las ruinas remotas de inhumanas civilizaciones ajenas a nuestro planeta que describen las palabras de Lovecraft, enfrentando a sus personajes desquiciados con paisajes donde habita el miedo, la oscuridad y la muerte donde en otros tiempos habitó la del sol y la vida, en un duelo de los más oscuros tonos negros que puede ofrecernos el cómic frente a los más puros y casi totalmente vencidos blancos que huyen frente al reinado de las sombras. 

Y mientras, el ser humano se siente más solo e insignificante que nunca sumido en la pesadilla existencial del imprevisible y vasto caos de su vida. 

 

Es el horror. El horror cósmico en su máxima expresión. 

Y el vacío desolador en la deformación de los espacios supuestamente civilizados.

Y además de todo eso, claro, están los monstruos.

Mobile Suit Gundam. Su historia en el Salón del Manga de Barcelona

 

Gou Tanabe en el Salón del Manga de Barcelona

 

Que te firme Gou Tanabe su adaptación de de En las montañas de la locura es una excelente manera de empezar el domingo en el Salón del Manga de Barcelona. 

Me ha dicho que me parezco a un mangaka, pero no me he quedado con el nombre... aunque me ha enseñado la foto del buen hombre y hay cierto parecido. 

 

Y luego a dejarse devorar por Leviathan 

Eso para empezar.