Un buen cómic que me ha prestado mi hermano demuestra que los personajes nunca están agotados por mucho que se los explote, siempre que en la exploración de los mismos haya talento narrativo y ganas de disfrutar contando una historia que no reniegue de las claves esenciales de la mitología que los rodea pero tenga alguna capacidad para aportar nuevas posibilidades a lo ya narrado. El respeto a la clave detectivesca de Batman se cruza aquí con una intriga de asesinatos en serie. Basta con saber incorporar un personaje más o menos novedoso e interesante en la mitología y darle protagonismo en la trama para que ejerza cierto poder de catalizador de la misma.