Estaba paseando la mirada por la Payancueva para descansar la vista en una tarde de lectura intensiva y mirando un jeep y un dinosaurio he recordado que no importa tanto lo que dices como la manera que elijes para decirlo.
Las comparaciones son odiosas pero en este caso me sirven para explicar por qué me interesa más la segunda que la primera de las dos fotos: simplemente veo más cosas en la de abajo que en la de arriba.
Dos fotos. Los mismos protagonistas. Un dinosaurio y un jeep. La primera es menos interesante que la segunda.
¿Por qué? me pregunto.
La culpa la tiene el jeep.
El motivo es el movimiento.
La de arriba no tiene movimiento. Está congelada.
La de abajo marca el movimiento con el jeep. Y es un movimiento de líneas que separan al jeep del dinosaurio, lo que establece además una línea de tensión que los víncula a ambos.
Seguramente a muchos os parecerá muy obvio, incluso estúpido, pero yo me he entretenido un rato paseándome por esta idea y ahora ya tengo la vista descansada para seguir leyendo.
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