FELIZ lo que sea: Eche, eche, eche: ¿Qué beben las vacas?

 Pues nada, que toca felicidad por narices, sea cual sea tu clase y condición, y libación, ya puestos, así que aquí aprovecho para mandarle un abrazo virtual a todos los que me caen bien o regular, y un beso de Judas para todos los demás. 

Me propinaron ayer dos piropos muy guapos en un vídeo que hice y anda por YouTube: menopausico y bestia. Me quedo con los dos para la colección, y como agradecimiento confirmo el segundo,que me place, y escribo este texto. 

Salgo esta mañana de casa a tirar la basura y regalarme un café con churros en el bareto del barrio y lo primero con lo que tropiezo es con esta bonita imagen de obsolescencia programada, modo haciendo sitio para más juguetes que traerá esta noche el tipo de rojo con nariz de adicto a bebidas espirituosas en su carro de renos puestos de anfetas hasta la punta de las astas.


¡Aparcao!

Luego progreso en mi paseo cotidiano y me tropiezo con este heredero de los dinosaurios que me hace gracia, pero no me parece muy comestible, así en plan protagonista del centro de la mesa en la cena de Navidad


Y al entrar en el super me encuentro a estos remotos antecedentes del "pollo" de aquí arriba reproducidos con colorines como si fueran el sueño de un paleontólogo aficionado a viajar en las aerolíneas LSD


Deberían venderlos con un paquete de píldoras de la risa para acompañar. Estoy tentado de llevármelos adoptados pero se me ocurren otras muchas cosas que comprar con ese dinero, por ejemplo un tebeo de Mortadelo en la luna. Pero no hay Mortadelo, ni en la luna ni en ningún sitio, así que lo sustituyo por otra entrega de las aventuras de Adolfo Hitler para leer esta noche, a la luz de la luna y escuchando Slipknot a modo de villancico. 


Y de vuelta, en el metro, esta imagen me hace preguntarme si nos sentamos en el centro de los bancos porque nos venimos arriba en plan chulo, modo "este banco es mío, vete a otro sitio", o porque nos da tanto miedo el prójimo que no lo queremos cerca ni en foto. 


Lo cual, inexplicablemente, me lleva a recordar un diálogo de Grissom en la serie CSI en la que engañaba a uno de sus pupilos para que se pusiera las pilas deduciendo a base de preguntarle: 

"Eche, eche, eche... ¿Qué beben las vacas"

A lo cual el pardillo contestaba: "Leche".

Y yo contesto: "Churros, Grissom, las vacas beben churros".











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