¿Es este el libro más morboso del Edgar Allan Poe necrófilo que puede encontrarse en España? Puede ser, pero de repente te tropiezas entre su selección de relatos con Revelación mesmérica o El poder de las palabras y las muertas recién salidas de la fosa dejan paso a sorpresas aún más interesantes.
De repente nos recuerda la capacidad de diosecillos creadores que tenemos todos y todas y que late detrás de cada palabra que escribimos, decimos o gritamos, y de los nuevos pensamientos, sentimientos, impresiones, dudas y temores que cada una de esas palabras crea en nosotros mismos y en otros, y que antes no existían. Pensamientos que crean a su vez otros pensamientos en una cadena infinita.
De eso se deduce que cualquiera de nosotros está creando continuamente. Todos. Sea cual sea nuestra condición, procedencia, clase social, poder adquisitivo, profesión u oficio. Sea cual sea la mugre o la gloria que nos acompaña. Sea cual sea nuestra suerte o talento, y sean buenas o malas nuestras intenciones.
Todos somos diosecillos creadores continuamente, aunque no nos interese o nos convenga ser conscientes o hacernos responsables de todo lo bueno o malo que creamos con nuestras acciones o palabras.
lación mesmérica o El poder de las palabras
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