Nunca me sorprende la capacidad de nuestra especie para mostrar su lado más imbécil.
Mientras sigue la guerra de Putin en Ucrania, el ambientillo geopolítico se pone cada vez más tenso y yo sigo sospechando que vamos camino de una segunda guerra fría, recuerdo una secuencia de Regreso al planeta de los simios (Ted Post, 1970) que nos define bien como una secta de mutantes imbéciles. Y conste que cuando veo esta secuencia de Regreso al planeta de los simios siempre me suena a chiste de los Monty Python.
Por cierto, hay pocas cosas más imbéciles que apuntarse a cualquier secta. Obsérvese la cara de memos de todos los miembros de esta congregación escuchando a su Putin, Darth Biden o Cayo Verres particular.
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