Midgard, Utgard y Asgard, junto con todos los significados que definen este curioso complejo mitológico en el que, como en tantos otros, se aborda el enfrentamiento del orden contra el caos, son solo el punto de arranque de una compleja organización del cosmos en el que los humanos son creados a partir de árboles, cuyos dioses juegan continuamente con la ambigüedad, la transformación y la dualidad, y en la que incluso nos cuentan la relación del célebre hidromiel y la poesía, o por qué los partidarios del creacionismo creen que la historia de Beowulf es una de sus mejores aliadas para defender la convivencia de hombres y dinosaurios en el denominado "diseño inteligente".
Al Dios de los ahorcados seguro que le habría gustado.